A lo largo y ancho de mis días, he tropezado, casi sin querer, con innumerable cantidad de tesoros, de los más diversos, en los más recónditos e insospechados lugares por donde he vivido y transitado...
Si, y ni tan lejos...
He ido descubriendo a cada paso de mi inquieta existencia, cofres preciosos que ante mis ojos han derramado toda su fortuna y, entre mis dedos he podido sentir la caricia de cada uno de esos tesoros...muchos... miles... más también...
Vienen a mi mente, como una cascada, imágenes frescas de tantas ganancias que me dio la vida, que no hay rey alguno, que pueda igualarme.
Botones, pinceles, lápices, colores, agujas y lanas, caracoles, piedras y papeles.
Mil atardeceres, noches y mañanas.
Hasta el arcoiris con toda su gama.
Tus cartas, tus fotos, también tus miradas.
Tu presencia, tu ausencia, todo lo he guardado.
Todos están dentro de un gran cofre rojo, bajo siete llaves, celosas guardianas.
Todo he de llevarlo, en mi último viaje, pues ya forma parte de mi ser completo.
Yo tengo mi cofre, muy bien ordenado, fechas y lugares, donde mis tesoros, me han sido dados.
Tal vez te sorprenda tanta vanidad, pero así me siento, plena y millonaria; casi toco el cielo de felicidad, contando y cantando, todos mis tesoros, y estoy muy segura, que me esperan más.
Mi gran cofre rojo palpita y se agita con cada tesoro que al paso devela.
Este gran secreto, el que te he contado hoy a tí primero, nadie más lo sabrá.
Quizás algún día lo abriremos juntos, y recorreremos nuevamente el mundo, desandando caminos... destejiendo destinos... quizás algún día... quizás...
HERMOSAS LÍNEAS MARGA!
ResponderEliminarY GRACIAS POR TU VISITA